Transplante:
En general los árboles no se suelen trasplantar ya que están plantados en el suelo. De todas maneras si se diera el caso de que estuviera plantado en recipiente se debería trasplantar cada 4 o 5 años o en todo caso cortar una tercera parte de raíces cada tres años, sin moverlo del recipiente.
Reproducción:
Habitualmente los frutales se reproducen por injerto lo que si no contamos com los conocimientos suficientes deberemos dejarlo para los expertos. Todos los frutales que se comercializan ya vienen injertados de origen.
Poda:
Es muy importante aplicar la poda de formación y una vez formado el árbol sólo se aplicara la poda de mantenimiento que consiste en cortar las puntas de las ramas, manteniéndolo siempre a la misma altura y eliminando las interiores, para que el sol y la luz penetre. Este tipo de poda se debe aplicar cada año durante el mes de agosto.
Bajo ningún concepto se debería cortar ramas de cierto grosor excepto por enfermedad o rotura. En este caso se debe realizar en el mes de enero.
Enemigos:
Orugas barrenadoras del tronco
Durante el verano conviene vigilar la entrada de estas orugas por las axilas de las ramas, por pequeñas perforaciones que practican. Si las detectas puedes tratarlas con productos específicos.
Pulgones
Si se localizan en los brotes tiernos, en los haces de flores y frutos inmaduros, estos quedaran afectados de manera grave. Trátalos con los productos adecuados desde los primeros ataques, si no, se perderá la cosecha.
Otras afectaciones que pueden sufrir son los ataques de los pájaros a sus frutos, pero también puedes verlo como una manera de compartir con ellos sus frutos, tal y como lo harás con tus vecinos, amigos y familiares…
Abono:
Es uno de los frutales menos exigentes en fertilizantes pero la aportación de abono orgánico en invierno favorecerá su crecimiento.
Además en general, prefiere reducir las aportaciones de nitrógeno y aumentar las de potasio, y, como ocurre con la mayoría de los frutales, no parece necesitar grandes aportes de fósforo.
Durante el periodo de formación puedes aportarle abono a base de nitrógeno, fósforo y potasio en forma equilibrada, y a partir de la entrada en fructificación, puedes aumentar la dosis de fósforo y potasio y reducir el nitrógeno.