Muchas plantas pueden padecer este daño, pero es frecuente observarlos en plantas típicas de suelos ácidos, como azaleas, camelias, cítricos, fresas, hortensias, rododendros, rosales, etc.
Ocurre a menudo en suelos alcalinos, calizos, arenosos y sometidos a riegos con aguas duras.
1. Plantas que Ataca
- Muchas plantas pueden padecer este daño, pero es frecuente observarlos en plantas típicas de suelos ácidos, como azaleas, camelias, cítricos, fresas, hortensias, rododendros, rosales, etc.
- Ocurre a menudo en suelos alcalinos, calizos, arenosos y sometidos a riegos con aguas duras.
2. Sintomatología y Daños
- Los daños aparecen primero en las hojas más jóvenes, y no de manera uniforme por toda la planta; los nervios quedan verdes a excepción del resto que toma colores amarillos (cloróticos).
- Si la deficiencia de hierro continua, los daños avanzan a toda la hoja y también a las más viejas.
- Finalmente las hojas pueden arrugarse, secarse y caer; afecta a la estética y rentabilidad de la planta, ya que en condiciones severas puede anularse la floración y fructificación.
3. Medidas Preventivas
- Utilizar plantas más tolerantes a la deficiencia mineral.
- Se recomienda una analítica de suelo y agua, para contrastar valores de pH y salinidad.
- Evitar suelos alcalinos (pH elevado) y riegos con aguas duras; eliminar el componente calizo.
- Acidificar el suelo mediante aplicaciones de yeso, sulfato de hierro y turbas especiales.
- En el caso de suelos pobres en hierro, realizar abonados para solucionar la deficiencia.
4. Medidas Curativas
- Curar una planta afectada es muy complicado, por lo que es mucho mejor la prevención.
- Para facilitar la recuperación de la planta afectada deben realizarse abonados a base de quelatos de hierro, aplicados a suelo o vía foliar (si el abono tiene capacidad sistémica).