El almendro se cultiva desde épocas remotas y su expansión se vio favorecida por el hecho de que la semilla era al mismo tiempo la parte comestible así como la unidad de propagación.
De este modo, se distribuyó por Persia, Mesopotamia y a todas las civilizaciones a través de rutas comerciales. En la península ibérica se cultiva desde hace más de 2.000 años; al principio se estableció en zonas costeras, donde sigue predominando, pero se encuentra incluso en zonas donde el clima no le es tan favorable.
El almendro es un árbol muy rústico, fuerte, si está bien alimentado, y también un árbol resistente al frío si no éste no es extremadamente intenso. Si no se poda, un almendro puede llegar a medir entre 10 y 12 metros de alto. Se cultiva bien en terrenos poco húmedos y pedregosos, pero bien labrados, porque necesitan tierra bien aireada y que conserve el frescor en el fondo.
Este árbol frutal de la familia de las rosáceas, tiene unas características flores hermafroditas de cinco pétalos de color blanco o rosado. Para recoger almendras es necesario que los árboles hayan sido fecundados, por ello muchas veces se cultivan almendros de diferentes variedades en un mismo terreno, así nos aseguramos que, por polinización cruzada, al menos alguno tenga éxito y nos ofrezca sus apreciados frutos. A finales de febrero los almendros pierden las flores y empiezan a brotar sus hojas. Ha de pasar un largo período para la maduración del fruto; si la floración tiene lugar en enero habrán de pasar nueve meses hasta recoger sus frutos.
Hay almendros que producen almendras amargas. Estos frutos, en pequeñas dosis, se utilizan en pastelería y perfumería. Como remedio medicinal, este fruto también es bueno contra la hipertensión, resfriados… aunque es necesario ir con mucho cuidado ya que en dosis elevadas (aproximadamente 10 almendras amargas) puede causar la muerte de una persona adulta.
En el campo se cultivan almendros que dan frutos dulces. Los hay de cáscara blanda y de cáscara dura. Las variedades más conocidas son la dama, princesa, marcona, desmayo largueta y rojo, y redonda.
Se consumen secas, tostadas o crudas, aunque también se pueden comer mientras están verdes, pero en menor cantidad.
En invierno, cuando hace frío, es habitual encontrarlas como postre acompañadas de higos, almendras, pasas…