Cada dos, tres o cinco años… Los bonsáis como todas las plantas que viven dentro de un tiesto, cuentan con un espacio limitado para desarrollar su sistema radicular.
En las plantas ornamentales más comunes, ampliamos cada tanto la maceta para brindarles más sitio.
En los bonsáis, la maceta es un complemento estético del árbol, como lo es un bonito marco para una pintura. Por ello, en lugar de aumentar el tamaño del recipiente, eliminamos las raíces de sostén y multiplicamos las capilares que le permitan absorber el agua y los nutrientes en el mismo espacio. También aprovechamos para cambiar el sustrato gastado por otro nuevo.
Los trasplantes de bonsáis se realizan cada dos, tres o cinco años dependiendo de la edad del árbol y su vitalidad. Cuanto más jóvenes y activos, más frecuente será la necesidad de trasplantar.
La época ideal para realizar el transplante es el momento justo en el que el árbol comienza su actividad vegetativa (en caducifolios y coníferos). En árboles de origen tropical, en cambio deberá hacerse desde mediados de la primavera y hasta inicios del verano.
Recomendaciones
En bonsáis de hoja perenne es conveniente desfoliar antes de trasplantar (salvo coníferos). También se puede realizar una poda severa de estructura.
Para trasplantar es conveniente dejar de regar un par de días antes para que seque el sustrato