Los cítricos se originaron hace unos 20 millones de años en el sudeste asiático.
Desde entonces tanto la selección natural como las hibridaciones que ha realizado el hombre han producido numerosas modificaciones en esta fruta. Los cítricos, además, se dispersaron mucho desde su lugar de origen, gracias a los movimientos migratorios.
El limonero fue introducido en el área mediterránea entre los años 1.000 a 1.200 gracias a los árabes, y en la literatura de esta cultura ya fue descrito a finales del siglo XII.
El limonero es uno de los árboles más apreciados en jardinería y desde siempre se ha contado con el para ornamentar cualquier jardín o terraza, sobre todo por sus hojas, verde brillante, persistentes, su abundante floración, el azahar, con alucinante fragancia y sus maravillosos frutos, el limon.