Las primeras flores de orquídeas de este tipo aparecen al terminar la época cálida, y la floración puede proseguir hasta la estación templada, después de los fríos.
Por tanto, los períodos de calor en las diversas zonas no se producen flores.
Presenta fuertes seudobulbos con tamaño y configuración de huevo de gallina. Las raíces, blancas y turgentes, penetran en el humus. Las hojas, acintadas, tienen aspecto elegante y ligeramente péndulo.
La vara floral aparece al final de la época cálida, en la base de un seudobulbo joven. Cuando alcanza su desarrollo completo, mide 0,70-1,20 m y, en promedio, lleva 8-15 flores de gran tamaño con una duración de varias semanas.
En los climas templados el cultivo de Cymbidium no ofrece dificultades notables. La temperatura puede variar más que para muchas otras plantas de invernadero; los valores óptimos los constituyen 25-30 0C durante el día y 10-14 0C durante la noche. sólo hay que procurar que en las noches de la estación cálida la planta tenga las temperaturas más frías posibles. La luminosidad es otro factor conveniente para esta planta, y basta un ligero sombreado que la proteja de posibles quemaduras. Las plantas con hojas de color verde claro son más productivas que las de verde oscuro (que son las que se mantienen a la sombra>.
El riego debe ser abundante, pero sin excesos. En cuanto al sustrato, conviene que sea ligero y esté bien aireado, pero manteniendo la humedad; para esto, durante la época cálida hay que efectuar ligeras pulverizaciones con agua varias veces al día.
Los sustratos utilizados son muy diversos (mantillo de hojas, serrín, etc.), pero puede decirse que la mezcla más común se encuentra formada por un 50-60 % de corteza de pino, un 20-30 % de turba y el resto de poliestireno expandido o goma espuma.