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El aguacate y el kiwi son dos especies frutales con formas de cultivo muy diferentes: mientras que el aguacate es un árbol frutal, la otra es una planta trepadora que tiene que ser emparrada para poder producir frutos y recolectarlos.

La Actinidia deliciosa fue bautizada con el nombre común de «kiwi» por su parecido con el ave nacional de Nueva Zelanda, pero realmente llegó a este país -uno de los precursores de su uso agrícola- desde China, de donde es originaria. Es una planta trepadora por lo que necesita bastante espacio para su cultivo y una estructura alta sobre la que el kiwi va creciendo a modo de parra y de la que van colgando los frutos.

Una de las curiosidades de esta planta es que es dioica, lo que se traduce en que tiene especímenes con flores femeninas y otros con flores masculinas. Las hembras son las que dan el fruto, y la producción está directamente relacionada con el nivel de polinización. Por lo tanto, se debe contar en la plantación con plantas de ambos sexos y además de forma proporcional, con al menos un 10-20% de machos. Por esta razón, es habitual que en estas plantaciones se introduzcan otras especies vegetales que fomenten la población de insectos polinizadores y mejoren el rendimiento de la plantación.

Para poder cultivar el kiwi de forma adecuada se debe realizar una preparación adecuada del terreno antes de su plantación. El objetivo es que el suelo sea permeable y contenga altos niveles de nutrientes. Para ello, se labra el suelo al menos hasta unos 50 centímetros de profundidad y se abona. La plantación se puede realizar desde finales del otoño hasta principios de la primavera. Es importante evitar el cultivo del kiwi en zonas con heladas persistentes y hay que tener en cuenta que es sensible al estrés hídrico por lo que los riegos deben ser regulares, sobre todo en primavera y verano. 

El cultivo del aguacate, un árbol con una gran floración

El aguacate (Persea americana) es un árbol frutal que requiere suelos profundos, frescos y con capacidad de drenaje para crecer correctamente. Es necesario preparar el terreno labrando y descompactando el terreno para posteriormente abonarlo antes de la plantación. Este frutal de origen americano tan de moda en España necesita de un suelo siempre húmedo y no soporta situaciones prolongadas de estrés hídrico. El árbol del aguacate debe ser plantado en una zona a pleno sol. Recuerda que con el paso de los años puede convertirse en un gran árbol si goza de espacio y unos buenos cuidados, por lo que muchas veces se efectúan podas de formación que mantengan la forma y permitan una recolección más eficiente.

Crece muy rápido y hay ejemplares que han llegado a alcanzar una altura de 30 metros. Una de las curiosidades de este árbol es que es una especie muy productiva debido a su abundante floración. Un ejemplar adulto puede generar un millón de flores al año, por eso es importante realizar un adecuado mantenimiento y niveles de riego, ya que esas flores podrían caerse y perder parte de la producción. Por ello es importante realizar la poda cuando la fructificación ha finalizado y antes del arranque vegetativo.

Para favorecer la producción de aguacates es importantísimo mantener los nutrientes a niveles óptimos. Es necesario, pues, establecer un buen plan anual de abonados, por ejemplo aplicando 3 veces al año el Abono Frutales de Massó Garden con una aportación de 60-125 gramos por árbol.

Plagas que afectan a estos frutales

 Como el resto de frutales, el kiwi y el aguacate son vulnerables a enfermedades y plagas comunes, como la araña roja, el moho gris o la Phytophthora cinnamomi:

  • La araña roja es una plaga ocasionada por un ácaro que consume la savia de los ejemplares de los frutales perjudicando el proceso vital de la fotosíntesis. El síntoma más evidente es que las hojas se vuelven de color marrón. Se han de aplicar insecticidas sistémicos apropiados para su control.

  • El moho gris o botrytis es una patología muy común en el kiwi. Es un hongo que afecta a toda la planta sobre todo en la época de cosecha. Se manifiesta con manchas en el fruto el cual se ablanda. Esta enfermedad se puede prevenir con una buena ventilación de la planta y con tratamientos específicos con fungicidas que asimila la planta y lo introduce en su savia afectando a la patología.

  • Phytophthora cinnamomi es una enfermedad muy común del mundo vegetal, si bien puede afectar especialmente al aguacate. Los síntomas son la muerte y pudrición de raíces, la disminución en el tamaño de las hojas y el amarilleamiento de las mismas. Uno de los errores que pueden ayudar a su aparición es el exceso de riego, por lo que ajustando el riego y aplicando un producto fungicida se puede controlar.

 

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