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¿Has probado alguna vez a incorporar flores comestibles en tus recetas? Desde hace mucho tiempo profesionales y amantes de la cocina las utilizan para dar nuevos colores, pero también sabores, a los emplatados.

Puedes animarte a cultivar también ciertas flores en tu huerto urbano, junto a hortalizas y frutas, para recolectarlas para la cocina. Además, hasta que las retires ayudarán a atraer fauna útil y polinizadores hasta el huerto. A continuación, te hablamos de algunas de estas flores comestibles. Verás que alguna de las plantas puedes haberla cultivado antes para la decoración y otras son viejas conocidas… del carrito de la compra.
 

El pensamiento: El pensamiento es quizá una de las flores más populares en la cocina. Presente sobre todo en postres y ensaladas, también es perfecta para las cremas en temporada de frío. Dado que es una planta que florece en invierno, deberás sembrarla en verano. El pensamiento requiere pleno sol, aunque también crece en semisombra. El suelo debe estar siempre húmedo, evitando, eso sí, los encharcamientos.

La capuchina: Esta planta trepadora destaca por sus flores de colores vivos y sus grandes hojas. Ambas partes de la planta se pueden comer y el sabor de sus pétalos es picante. Por si fuera poco, también se pueden consumir sus semillas, que tradicionalmente se encurten como si de alcaparras se trataran.  La capuchina es muy fácil de cultivar y ofrece una floración larga, desde la primavera y hasta el otoño.

Caléndula officinalis: Una vieja conocida de la medicina tradicional. La caléndula es muy utilizada en la composición de productos corporales o para infusiones. El epíteto de su nombre científico nos habla mucho de ella: "oficinal" significa que es una planta con uso medicinal. Sin embargo, sus pétalos también se pueden comer en recetas. Su color naranja, aunque también las hay amarillas, la hace muy atractiva por ejemplo en las ensaladas, puesto que su sabor es amargo.

Flor del cebollino. Como decíamos, algunas plantas con flores comestibles son habituales en la cesta de la compra de alimentos. Es el caso del cebollino, cuyas flores también pueden consumirse. Así que si estás cultivando cebollino en tu huerto o terraza has de saber que también puedes recolectar sus vistosas flores moradas. Darán a tus recetas un sabor similar al de los tallos del cebollino, pero mucho más suave.

Flor del calabacín. Rellenas o rebozadas, las grandes y amarillas flores del calabacín han sido empleadas tradicionalmente en la cocina, especialmente en la cocina italiana. En internet encontrarás muchas recetas.

Flor de la borraja. De esta verdura de uso más común en la cocina tradicional se consumen sus pencas. Sin embargo, sus pequeñas flores de color azul también con comestibles.

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