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Cuidados de las plantas suculentas

Las plantas suculentas no son un grupo de especies que se encuentren relacionadas entre sí ni pertenecen a un taxón concreto. Son plantas de familias distintas, a veces muy dispares entre sí y sin relación filogenética alguna, cuya única característica común es que alguna parte de sus tejidos tienen la capacidad de acumular agua.

Algunas de ellas tienen estos tejidos en las hojas (como los aloes o las crásulas). Otras acumulan el agua en los tallos (como los cactus o las euphorbias). Otras especies emplean las raíces o rizomas.

Las suculentas tienen una gran popularidad como plantas ornamentales debido a la peculiaridad de sus formas y portes, así como por la facilidad de su mantenimiento. Existen suculentas con portes arbóreos, rastreros, erguidos, con infinidad de colores y tonos de verde que las convierten en importantes protagonistas de la jardinería xerófita.

Especies y variedades más habituales

Entre las variedades más habituales empleadas en jardinería y en decoración de interiores podemos hablar de las kalanchoes, las echeverias con gran diversidad de formas y variedades, que permiten combinaciones de gran interés ornamental. Estas plantas crecen con forma de roseta basal.

También podemos encontrar suculentas como el Aloe vera, con multitud de especies distintas y los ágaves, con un porte mayor y una floración de gran tamaño.

Existen variedades con formas globosas y cilíndricas como los famosísimos cactus o las euphorbias. También existen suculentas que se han cultivado por sus frutos, como los higos chumbos (Opuntia).

Actualmente podemos encontrar suculentas que están viviendo una gran popularidad como la colgante Ceropegia woodi, la Echeveria Pollux, Portulacaria afra, Haworthiopsis attenuata y Echeveria runyonii. Otras suculentas muy demandadas para uso ornamental son la Sedum sediforme, los mangaves (híbridos entre agaves), los cleistocactus o los echinocactus.

Cuidados generales de estas plantas

Las suculentas prefieren crecer en exposiciones a pleno sol, si bien muchas de ellas pueden desarrollarse en condiciones de sombra, donde generan otras tonalidades de color y donde, generalmente, no pueden producir la floración. Por tanto, es posible cultivar algunas suculentas en interiores.

Mucha gente piensa que las crasas y cactus no requieren de riegos. Si bien son plantas adaptadas a la falta de agua eso no significa que no requieran de una hidratación regular. Pero precisamente su capacidad para retener agua conlleva que presentan una gran sensibilidad al exceso de riego. Por lo general, las plantas suculentas hay que regarlas dejando secar el sustrato entre riegos, evitando los encharcamientos y la constante humedad del suelo.

Por esta misma razón requieren de suelos que tengan una alta capacidad de drenaje esto es, con proporciones adecuadas de arena, perlita y vermiculita. Si quieres emplear un sustrato ya preparado y perfecto para estas plantas que asegure un crecimiento y desarrollo adecuado y controlado te recomendamos utilizar el Sustrato para Cactus.

Las plantas suculentas o crasas, además, son extraordinariamente resistentes a las plagas y enfermedades. Debemos tener cuidado con el exceso de agua, puesto que sí pueden producir la aparición de enfermedades fúngicas.

Al respecto de la nutrición de estas plantas, también requiere de un aporte de abono para potenciar su crecimiento y floración. Puedes optar por ejemplo por un Abono líquido que se diluye en el agua del riego y se aplica 1 vez cada 15 días, o por un Abono foliar que se aplica directamente pulverizado sobre las plantas. Este segundo se debe aplicar una vez a la semana de febrero a octubre y cada dos semanas en el periodo de noviembre a enero.

Reproducción de suculentas. Tipos de reproducción

Las suculentas al igual que otras plantas, pueden reproducirse por métodos vegetativos (asexuales) o por semillas (sexual). Cabe destacar que las suculentas tienen muchos métodos de reproducción vegetativa por el tipo de tejidos que las conforman y sus características fisiológicas. Obviamente también pueden ser propagadas mediante semillas.

Existen algunas plantas de este tipo especialmente prolíficas a la hora de reproducirse por métodos vegetativos ya que cualquier parte de sus tejidos desarrolla raíces y permite obtener nuevos especímenes, como por ejemplo suculentas y crasas del género Echeveria, las Kalanchoe o las Crásulas, entre otras. A continuación, mostramos una breve explicación de los distintos métodos:

  • Propagación mediante semilla Al igual que el resto de las plantas, las suculentas si son polinizadas producen frutos con semillas fértiles las cuáles pueden sembrarse en semilleros con alta capacidad de drenaje y desarrollar plantas.
  • Propagación por esquejes. En este método se generan plántulas que pueden ser trasplantadas en muy poco tiempo. Se realizan cortes limpios de los tallos de la planta suculenta que, una vez ha cicatrizado la herida, desarrolla un nuevo sistema radicular que permite su implantación en otra ubicación. Este método es más eficiente si se aplica algún enraizante.
  • Propagación por división de brotes (hijuelos). En este caso se toman los hijuelos que se desarrollan en la base de la planta en muchas especies de suculentas. Estos hijuelos disponen de sistema radicular por lo que pueden ser trasplantadas inmediatamente. Es recomendable preparar un sustrato con mezcla de materiales inertes (arena, vermiculita) y materiales orgánicos (compost, turba) para disponer de un sustrato que favorezca la aireación y desarrollo de las raíces.
  • Propagación por división de partes (hojas, tallos). Hay suculentas que pueden desarrollar raíces en casi cualquier parte de su parte aérea. Como por ejemplo las hojas de las Echeverias o también las Kalanchoes. Para ello se toman fragmentos de hoja, y se disponen semienterrados en un semillero con sustrato como el descrito en el anterior párrafo. Manteniendo la humedad constante y temperaturas adecuadas, estos fragmentos desarrollarán raíces y podrán ser trasplantados a otra ubicación. También es posible realizar injertos a otras partes de una misma planta e incluso de otras especies, con lo que se integrarán en la planta, generando curiosas e interesantes composiciones.

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