Los árboles de sombra son aquellos que durante su desarrollo generan copas amplias y voluminosas que proyectan una generosa sombra bajo su dosel. Suelen ser árboles caducifolios que al estar desprovistos de hojas durante el invierno permiten el paso de la luz solar y, al contrario, generan una densa y fresca sombra en verano. Pero también hay árboles perennifolios que dan buena sombra o, incluso, palmeras.
Los árboles de sombra hay que escogerlos en función del lugar dónde van a ser plantados. Tendremos que considerar la cercanía de edificios e infraestructuras que, atendiendo al tamaño del ejemplar, podrían verse afectadas por el desarrollo de las ramas.
ESPECIES GRANDES
Por lo general, escogeremos ejemplares grandes para zonas amplias, donde existan espacios o zonas estanciales, para así proporcionar una agradable sombra que dé sentido a este tipo de usos. Además, tendrán que ser espacios donde el crecimiento del árbol no afecte a fachadas o a la vivienda.
Se consideran grandes árboles de sombra aquellos que alcanzan más de 35 metros de altura y generan grandes espacios sombreados. Uno de los árboles de sombra grandes más populares es la platanera (Platanus x hispanica) que es un híbrido entre el P.occidentallis y el P. orientalis. Otra especie de árbol de sombra grande es el castaño de indias o falso castaño, llamado así por la similitud con las castañas, un árbol de gran porte que puede alcanzar los 35 metros de altura.
También las jacarandas y tipuanas son árboles que alcanzan un tamaño considerable y, además, tienen un crecimiento rápido. Son una buena opción si, como señalamos dispones del espacio suficiente y quieres generar una zona de sombra en relativamente poco tiempo. Las moreras (Morus alba) también son magníficos árboles de sombra si bien se ha de tener en cuenta que dan gran cantidad de frutos que caerán al suelo. No obstante, existen variedades que no los generan.
ESPECIES PEQUEÑAS Y CON SISTEMAS RADICULARES “AMABLES”
Si queremos implantar un arbolado para dar sombra en espacios más reducidos como pequeños jardines o zonas de paso los árboles tendrán que ser menor tamaño y crecimientos moderados para que, durante su desarrollo, no afecten la vivienda u otras fachadas. Así, puedes emplear árboles que no alcancen grandes tamaños como el árbol del amor (Cercis silicuastrum) o el cerezo japonés (Prunus pisardii).
Otro factor a tener en cuenta es tener en cuenta es el desarrollo de las raíces, ya que estas pueden ser “agresivas” y potentes, generando problemas en el futuro a las infraestructuras existentes, como pueden ser el riego del jardín o el pavimento. Para evitarlo podemos escoger árboles que no tengan un sistema radicular tan potente como el árbol orquídea (Bahuinia variegata) o los naranjos amargos que son estupendos para dar sombra espacios pequeños.
ÁRBOLES DE HOJA PERENNE Y PALMERAS
También existen árboles de hoja perenne que son adecuados para generar espacios sombreados como el aligustre (Ligustrum luccidum), el Brachychiton populneus o el roble australiano (Grevillea robusta), todos ellos muy comunes en jardinería. También se pueden emplear palmeras para generar zonas de sombra, para lo cual tendremos que generar agrupaciones donde se solapen las distintas copas. Hablamos de la palmera datilera, los cocos plumosos (Syagrus romanzzoffiana) o la Howea fosteriana.