El Acer es un árbol de hoja caduca que tiene su origen en Japón y Corea, muy apreciado por la coloración de sus hojas, tanto en la brotación, como en otoño.
Cada dos, tres o cinco años… Los bonsáis como todas las plantas que viven dentro de un tiesto, cuentan con un espacio limitado para desarrollar su sistema radicular.
Los prebonsáis son unos árboles que, con ciertas particularidades, algunos trabajos y cuidados, pueden llegar a ser unos bonitos bonsáis.
Por más técnicas y esfuerzos empleados, si el material con que comienzas no tiene cierto “carácter”, el resultado final no será el deseado. A todos nos ha sucedido… Buscamos semillas, las sembramos…, algunas germinan y nos animan, otras no… La verdad es que solemos caer en el desencanto al descubrir que necesitaremos un mínimo de cuatro años para tener un “árbol” y unos diez para ver un bonsái.
Son arbolitos con particularidades especiales, que pueden llegar a ser bonitos bonsáis a cambio de un poco de trabajo y algunos cuidados. Cierta curvatura en el tronco y algunas ramas finas que pueden moldearse facilitan la tarea más dura para el aficionado: “el diseño inicial”.
Muchos aficionados buscan este tipo de plantas para diseñar su propio bonsái. En general, es difícil encontrar plantas que respondan a nuestras necesidades, la mayor parte de ellas presentan: troncos rectos que se afinan bajo tierra, ramas gruesas que no se pueden doblar o ramificaciones muy altas que tardan años en retroceder.
Manzanos, Pyracanthas, Olivos, Pinos, Robles, Granados, Juniperus y otras muchas especies te permitirán practicar dando los primeros y siguientes pasos en este arte maravilloso.
“Escucha al árbol, luego trabaja para que su voz se oiga y vuelve a escuchar… Tendrás un compañero de ruta…”
El árbol milenario De la familia de las oleáceas, el olivo, Olea Europaea, es un árbol perenne y mediterráneo, donde su presencia se remonta a miles de años de antigüedad.